Mis abuelos, mis padres y yo de Frida Kahlo (1936) Hoy mis viejos cumplen 50 años de matrimonio y es un hito que me llena el alma, sobre todo al sentirlos a ellos tan emocionados por tal vez, el aniversario de bodas más especial en este andar en pareja. Y a mí no me queda más que observarlos, una vez más sorprendida, tratando de entender otra de sus tremendas lecciones. Y ojo… que no pasa por el típico “oh qué maravilla 50 años juntos, ¿Cómo lo lograron?” o un restregón en la cara de tolerancia y amor sobre todo a los que llevamos dos matrimonios a cuesta y vaya a saber Dios cómo termina la cosa. No va por ahí y eso lo tengo claro. Sobre todo, porque el “tema de pareja” nos costó con mi mamá, décadas de discusiones, lágrimas y rebeldías que más de algo tuvieron que ver con mis quiebres de relaciones y situar el rol que más me acomodaba tener en una relación de pareja. Y es que estamos hablando de tal vez, la mayor brecha generacional existentes en el linaje y es que entre mi mam...