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Mostrando las entradas con la etiqueta autocuidado

Volver de la oscuridad

  Flotando en el agua, Carlos Congregado (2013) Como una criatura que aprende a caminar… ¿Cuántas veces en la vida te debes volver a levantar? Nadie sabe cuántas caídas le tocará enfrentar y dicen que eso no es lo importante, que da lo mismo los tropiezos, las sacadas de cresta o el dolor de las heridas, que la gracia de vivir es saber sacudirse, limpiarse y seguir. Continuar una vez más, con las lecciones aprendidas. Como ese ser pequeño que a punta de tropezones logró andar y abrirse camino entre un montón de dificultades para después correr, saltar, trepar y avanzar. Sin duda, para mí, vivir en depresión ha sido la caída más difícil hasta ahora. Quedar con el cerebro y el alma literalmente fundidos es por lejos una prueba tan re difícil que son muchos los que no logran superarla a costa de la propia vida o de cargar con esta enfermedad como una cadena perpetua. Por más que leo, estudio y tapo en preguntas a mi terapeuta, la depresión no me deja de sorprender por lo cabrona que...

El guardián de mi alma

  The Red Umbrella de Christina Forshay El camino de la sanación es largo y se toma todo su tiempo Además hace que te tropieces, retrocedas, saltes y a veces incluso te deja correr, pero eso último es lo menos permitido. Sin duda, no es el mejor panorama para una persona ansiosa pero ni modo… sanar es como gestar. No se puede apurar, sólo cuidar, alimentar y amar ese renacer. Pero ¿Quién cuida el alma?  Para algunos, sin duda, esa tremenda labor puede recaer en manos de un ser divino, en los astros o en esas personas amadas que esperamos nos protejan. Algunos incluso pueden llegar a ser tan optimistas y pensar que un amigo, colega o vecino está ahí para cuidar ese espacio tan delicado y sutil como lo es nuestro estado de ánimo. Y es muy, muy posible que eso ocurra, ¿Quién no se ha visto salvado gracias al buen consejo de un amigo? O puede ser que no, entonces… ¿realmente podemos depender de otros para que nuestra alma esté a salvo? No esperes que lo haga el resto  Ay...