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Mostrando las entradas con la etiqueta salud mental

Volver de la oscuridad

  Flotando en el agua, Carlos Congregado (2013) Como una criatura que aprende a caminar… ¿Cuántas veces en la vida te debes volver a levantar? Nadie sabe cuántas caídas le tocará enfrentar y dicen que eso no es lo importante, que da lo mismo los tropiezos, las sacadas de cresta o el dolor de las heridas, que la gracia de vivir es saber sacudirse, limpiarse y seguir. Continuar una vez más, con las lecciones aprendidas. Como ese ser pequeño que a punta de tropezones logró andar y abrirse camino entre un montón de dificultades para después correr, saltar, trepar y avanzar. Sin duda, para mí, vivir en depresión ha sido la caída más difícil hasta ahora. Quedar con el cerebro y el alma literalmente fundidos es por lejos una prueba tan re difícil que son muchos los que no logran superarla a costa de la propia vida o de cargar con esta enfermedad como una cadena perpetua. Por más que leo, estudio y tapo en preguntas a mi terapeuta, la depresión no me deja de sorprender por lo cabrona que...

Heridas de infancia y el árbol familiar

  Niña con globo de Banksy (2002) Leí por ahí que tarde o temprano le tocará a alguien de la familia patear el árbol genealógico Convengamos que no se trata de ser una especie de súper héroe o heroína familiar. Todo lo contrario… a quien le toque romper patrones arraigados por quizá cuántas generaciones, se encontrará con muchas lágrimas, rabias e incomprensiones. Algo parecido al camino solitario del guerrero que deserta, que abandona, que se rebela. El tema es… Si te sientes libre de trancas, agradece hasta a la última estrella del universo porque no cargas con traumas y dolores de infancia o aún más maravilloso… lograste superarlos. Si te has convertido en un adulto saludable tanto en alma como en mente, abraza a tus padres y agradéceles con el corazón porque seguramente fueron ellos los que patearon el árbol genealógico y te liberaron quizá de cuánta carga emocional y cultural. Pero me atrevería a decir que lamentablemente no es el caso de la gran mayoría de nosotros ...

No me quebré una pata, esta vez fue el alma

Como toda enfermedad, la depresión también requiere atención médica, fármacos, mimos y tiempo para sanar “Así como cuando te quiebras una pata”, le dije a unos amigos hace poco, siempre con toda naturalidad. Es que aún se sorprenden y más me sorprendo yo con la reacción de ellos, por lo fácil que cuento en público lo que me pasó hace más de 1 año, que sentí o que viví cuando me internaron de urgencia en la clínica psiquiátrica. Tal vez es simple curiosidad por una experiencia que se oculta, que da vergüenza, que está llena de mitos y prejuicios. ¡Pero qué va! Ahí es cuando insisto… si puedes contar sin problema porqué andas con bota ortopédica y cómo fue que te quebraste la pata, ¿por qué no puedes contar con la misma tranquilidad que se te quebró el alma y que por eso se te apagaron los ojos y la sonrisa? La depresión es una enfermedad realmente canalla y haberla mantenida oculta en las tinieblas es lo que más ha permitido su crueldad Vivir una pandemia nos desestabilizó bastant...