Como
toda enfermedad, la depresión también requiere atención médica, fármacos, mimos
y tiempo para sanar
“Así como cuando te quiebras una pata”, le dije a unos
amigos hace poco, siempre con toda naturalidad. Es que aún se sorprenden y más
me sorprendo yo con la reacción de ellos, por lo fácil que cuento en público lo
que me pasó hace más de 1 año, que sentí o que viví cuando me internaron de
urgencia en la clínica psiquiátrica. Tal vez es simple curiosidad por una
experiencia que se oculta, que da vergüenza, que está llena de mitos y
prejuicios. ¡Pero qué va! Ahí es cuando insisto… si puedes contar sin problema
porqué andas con bota ortopédica y cómo fue que te quebraste la pata, ¿por qué no puedes
contar con la misma tranquilidad que se te quebró el alma y que por eso se te
apagaron los ojos y la sonrisa?
La depresión es una enfermedad realmente canalla y haberla mantenida oculta en las tinieblas es lo que más ha permitido su crueldad
Vivir una pandemia nos
desestabilizó bastante a todos, pero más aún a los que ya veníamos debiluchos
emocionalmente. En mi caso creo que fui una de las primeras en caer,
experimentando los primeros síntomas al poco tiempo de enviarnos a casa en
marzo de 2020 para comenzar el tortuoso camino del teletrabajo. Tortuoso en mi
escenario laboral, porque venía arrastrando un largo periodo de 2 eternos años
de maltrato y acoso laboral heavy y que el trabajo remoto sólo hizo empeorar,
al punto de reventar y enfermar grave, con una depresión mayor severa que me
llevó directo a lo más profundo del hoyo existencial.
Pero como después del fondo no hay nada más, sólo me restaba salir
Y así fue, en
más de un año de tratamiento con todas las pastillitas necesarias para recuperar
esa bendita serotonina que necesitamos para vivir y por supuesto con una
maravillosa psicoterapia que me permitió comenzar a sanar esa fractura profunda,
invisible y silenciosa. Es que ya me imagino no sólo mi corazón completamente
vendado sino también mi cabeza. Esa rotura en el espíritu que toma mucho tiempo
sanar. Y no sólo tiempo…amor y paciencia infinita de tu familia, amor y
paciencia aún más infinita de uno mismo, comprensión, expresión y también
recursos económicos. Que en mi caso fue el descalabro porque en plena
enfermedad QUEDÉ CESANTE.
Así
tal cual, es el momento más complejo y delicado de mi existencia, esos mismos
personajes que me maltrataron por años, me despidieron estando con licencia
médica, en esas cosas increíbles que piensas que ya no ocurren, pero sí… siguen
pasando y siguen afectando a muchos trabajadores en Chile, pasando a borrar de
un plumazo todo lo logrado en siglos para defender los derechos laborales. Afortunadamente
nunca perdí el apoyo y la lucidez que sanar era lo primero para levantarme así
que no cedí ni una sola cita con la psicóloga ni ahorré en ni un solo fármaco
que debía tomarme.
Y
como siempre he sido buena para hablar, desde que era una enana que le
conversaba a mi papá todas las horas que nos demorábamos en cruzar la
cordillera de Los Andes para que no se quedara dormido (o al menos eso nos
hacía creer él para que el resto de la familia no insistiera en hacerme
callar), desde el momento que asumí esta enfermedad, no dejé de contarla,
explicarla, llorarla y vomitarla como si fuera un demonio necesario exorcizar.
Es VITAL y URGENTE hacerse cargo de la salud mental, no sólo en Chile, sino por Dios! En todo el mundo
Ya no podemos ignorar esta enfermedad que cómo no se
ve, no se muestra ni en un laboratorio ni en rayos X, se tiende de ocultar,
negar y obviamente no tratar. Y no sólo la depresión, también distintos
trastornos y síndromes que ya pasaron a ser parte de nuestra vida. Que hasta
son para la risa, pero no, tener TOC no es gracioso para quien lo padece… ¡Hoy
es mucha la información y una infinidad de terapias complementarias que ayudan
muchísimo! ¿Pero qué tal si comenzamos por mostrar esa alma rota como si fuera
una pata? ¿Si compartimos experiencias, síntomas y el teléfono del terapeuta
como si fuera una enfermedad más? Te invito a que te animes, que hables con tus
más cercanos, que hables contigo, conmigo. Que hablemos de salud mental y la
saquemos de ese oscurantismo que estoy segura… sólo hace que sea más
destructiva. Y como un fantasma cobarde, corre su velo cuando lo miras de
frente y sin miedo.
Gracias por compartir tu experiencia y por visibilizar todo lo que aún nos falta por avanzar como sociedad en este contexto que es la salud mental... Y como cuidarla la propia y acompañar procesos de quienes nos rodean.. Un abrazo
ResponderBorrarAsí es! Nos falta mucho por avanzar en salud mental y es urgente sumarnos en el camino. Un tremendo abrazo!
BorrarMe alegro que hayas podido sanar y salir de ese hoyo en el estabas , ojalá tu experiencia le sirva a muchas personas más. Un abrazo
ResponderBorrarMuchas gracias. Un abrazo!
BorrarQuerida Clarita, me duele leerte, pero en mi contradicción me alegra saber que tienes personas sanadoras y la voluntad de hacer todo lo que has hecho. ..no pude evitar esbozar una sonrisa al recordar el incentivo económico que tenías (cuando niña) para que te quedaras callada....cosa que claramente no funcionó y hoy se ve reflejado en tu relato, seguir expresando tu sentir y luchar por lo justo y necesario. Un tremendo abrazo.
ResponderBorrarJajajaja los sobornos no fueron suficiente para callarme.
BorrarTu experiencia y la forma de contarla, además de las ganas de salir a flote me emocionaron demasiado. Nos da luces a muchos que sufrimos depresión que hay una salida, que hay un camino y que no existe fórmula en soledad, sin atención psicólogica, fármacos o redes de apoyo, pero sobre todo, que es necesario tener amigos bacanes como tú que llenan el alma de esperanza y cariño ... abrazote
ResponderBorrarClaro que hay salida Xime querida! Hay que partir por pedir ayuda porque no se puede sola/o.
BorrarGracias por tu valentía y claridad de expresar todo lo que pasate. Eres un ejemplo para todas las personas que están sufriendo por SM. Un gran abrazo 🤗
ResponderBorrarGracias a ti por tus palabras. Un abrazo!
BorrarQuerida Claire, como dicen los escritores... me encanta tu pluma !! Que linda historia recuerdas hablándole a tu padre para cuidarlos a todos y ahora hablándole a tanta gente que se rompe el alma ... enfermedad que te aleja de los otros y muchas veces por temor a hablar de la pena los otros se alejan también... mala mezcla! Te abrazo y cuenta conmigo !
ResponderBorrarMi sensei, muchas gracias por tanto!!!
BorrarTe felicito por la valentia y la naturalidad con la que cuentas tu experiencia, hay una deuda tremenda en salud mental, con nososotros mismos, asi como tambien de los entes encargardos de velar por la salud de las personas .un abrazo!!
ResponderBorrarMuchas gracias! Siii la deuda es enorme y falta mucho por entender.
Borrar