Ese momento del año cuando mi cerebro comienza a darse cuenta de que la luz se irá Esos días donde aparecen las nubes, el atardecer llega de golpe y corre una brisa fresca, y es que se viene el otoño y con él, ese famoso invierno. Es que jamás podré ser inviernista y no por elección sino por naturaleza. No sé, tal vez en mi mapa genético tengo algo de gato o roedor, bastante de oso o cualquier otro animal que necesite hibernar. ¡Tal cual! Hacerse bolita y con la panza llena, dormir hasta que el sol vuelva a brillar Pero, aunque quisiera tener un pelaje tupido tendré que conformarme con mis mantitas, mi eterno amigo el guatero, chocolate caliente y el calor del fuego porque, aunque todo en mí me mande directo a una cueva a dormir por meses, ¡simplemente no puedo hacerlo! El Trastorno Afectivo Estacional es una cosa bastante seria y como en la mayoría de los cuadros depresivos… voila, afecta más a las mujeres. Es que como si ya no tuviésemos suficiente con que lid...